lunes, 19 de octubre de 2009

TASA TOBIN: HACER QUE LOS ESPECULADORES PAGUEN


El Nobel Stiglitz propone un impuesto a las transacciones financieras
En el G-20 algunos líderes plantearon la posibilidad de un impuesto al movimiento de capitales. Sin mucha voluntad política, indicaron que el FMI sería el encargado de cobrar ese tributo. Más firme, Joseph Stiglitz reclamó la fijación de ese impuesto.
La aparente estabilización del descalabro global que difunde el Fondo Monetario consiguió postergar las reformas estructurales de la arquitectura financiera a las que se habían comprometido los miembros del G-20. Así, las propuestas de cambio quedaron reducidas a una materia de estudio, como la creación de un impuesto a las transacciones financieras global. Ayer, el economista Joseph Stiglitz se sumó al grupo de especialistas que en las últimas semanas reactivaron la propuesta para instalar un tributo que desestimule las operaciones especulativas con divisas y otros instrumentos financieros. La idea está presente desde 1972 y se la conoce como tasa Tobin. El establishment financiero global se opone firmemente a la instalación de este tipo de impuestos a escala global que complicarían algunos negocios muy rentables.La propuesta de Stiglitz se suma a las declaraciones en ese sentido que ya hicieron la mandataria alemana, Angela Merkel; el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, y el primer ministro inglés, Gordon Brown. Frente a la postergación en las reformas regulatorias, la reaparición de la tasa Tobin como herramienta para disminuir el grado de volatilidad en las operaciones financieras transnacionales parece, por ahora, más un atajo discursivo que una declaración de intencionalidad política.Los países centrales invirtieron alrededor de 4 billones de dólares para rescatar a sus entidades financieras del colapso y el argumento de Stiglitz para impulsar la aplicación del gravamen en este momento en que la crisis la tienen que pagar los responsables: “El sector financiero contaminó la economía global con activos tóxicos y ahora deben limpiarla”, sostuvo el profesor de la Universidad de Columbia. La propuesta de Stiglitz es aplicar una tasa marginal a todas las operaciones financieras transnacionales y la recaudación podría destinarse a “ayudar” a los países pobres. “Los gobiernos dieron a los bancos dinero cuando ellos realizaron préstamos malos. Esa es la razón por la que hay un consenso amplio de que debería imponérseles tributaciones.” Según estimó el economista, esa medida generaría de 60 mil a 70 mil millones de dólares anuales. Los cálculos varían según el monto de la alícuota.Especialistas como Dani Rodik reconocen el limitado alcance que tendría la imposición de un impuesto frente a la magnitud de los desbalances globales, pero remarcan que es un “buen punto de partida” o, como sostuvo el creador del impuesto, James Tobin, “un grano de arena en el engranaje financiero”. Sus defensores sostienen que una tasa marginal a las operaciones financieras transfronterizas desestimularía las operaciones especulativas de corto plazo.La propuesta de Tobin, declarado defensor del libre comercio, surgió en 1972, meses después de que Estados Unidos decretara el fin del sistema de tipos de cambio fijos instalado en Bretton Woods. El objetivo del economista era lograr que los tipos de cambio flotantes no fueran tan volátiles. En 1971 sólo once bancos de Wall Street operaban en los mercados de divisas, hoy con la desregularización y liberalización el número ronda las 200. Según el Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), entre 1992 y 2001, el promedio diario de operaciones en el mercado de divisas pasó de 776 mil millones de dólares a 1,17 billón de dólares. Esas operaciones superan en más de 50 veces el comercio diario de bienes y servicios.Los mandatarios que incluyen en su discurso la posibilidad de instalar este tipo de impuesto postulan al revitalizado FMI como ente global de aplicación. Sin embargo, el mismo titular del Fondo, Dominique Strauss-Kahn, desestimó la posibilidad de avanzar sobre la tasa Tobin: “No creo que una idea tan simplista funcione por muchas razones, pero sobre todo por motivos técnicos, porque sería muy difícil de implementar”, apuntó. Más sincera fue la respuesta que el propio Tobin dio en 2001 al diario alemán Der Spiegel. “No hay ninguna oportunidad, me temo. La gente que decide en el mundo financiero internacional está en contra”, sostuvo el economista

lunes, 12 de octubre de 2009

DON BIETO ¿EL MEJOR TRIBUTARISTA DEL PERÚ?


En una entrevista al crápula Rómulo León Alegría (ex ministro aprista de Pesquería) publicada en la última edición de la revista Caretas le preguntan cómo así se da su vinculación con el inefable abogado Alberto Químper (a) Don Bieto. Y él responde, que cuando fungía como "asesor" de Discovery Petroleum le preguntaron sobre el "mejor tributarista del Perú", a lo que él respondió ¡¡Don Bieto!!...sí Don Bieto ... por algo no había sido abogado de los entuertos tributarios del presidente García...y por algo éste lo lo había colocado en la lista para las últimas elecciones congresales y como premio consuelo, finalmente, lo colocó como director de la estretégica (por lo corrompible) empresa pública Petro Perú... como no iba a ser el mejor tributarista del Apra...digo del Perú...la rata de despensero... -eres el mejor le dijo el ratón a la rata- y esto me recuerda a algunos abogaditos bien perfumados que pululan por los corrillos de la prensa mafiosa ufanándose de haber aparecido en el último ránking de los TOP Lawyear como el mejor tributarista del Perú, ...qué los diferencia de don Bieto...nada...sólo el saco y la corbata...total si hasta don Bieto es un ilustre socio del Club Nacional... y de seguro, cófrade de cualquier otro mendaz club de vanaglorias, de esa hoguera de vanidades en que han devenido las intituciones de "investigaciones" tributarias.

jueves, 1 de octubre de 2009

LOS INSTRUMENTOS FINANCIEROS DERIVADOS EN EL CANDELERO


Uno de los causante de la crisis económica global son los llamados instrumentos financieros derivados, mejor dicho, el abuso de tales instrumentos que convertidos en exóticos y especulativos arrastraron al mundo a una vorágine económica de impredecibles consecuencias. Reproduzco un artículo de mi buen amigo Juan Hernández (attac, España) acerca de la última reunión del G-20 que como pasó con los paraísos fiscales en la cumbre anterior no enfrenta el problema.



La cortina de humo de la Cumbre del G-20
Hay un falso afán de Europa y EEUU para culpar del origen de la crisis a los abusos de unos cuantos, que hasta hoy solo han recibido sanciones morales, cuando realmente el sistema en vigor les autorizaba y les sigue autorizando a todos los excesos.
(Publicado por el diario Público el 25 septiembre 2009 en página de Análisis y escrito varios días antes de la cumbre) El pasado 4 septiembre, la prensa publicaba una carta abierta suscrita por siete (de los 27) ministros de finanzas de la UE, incluido el español, pidiendo a sus restantes colegas del G-20 que termine “la cultura de los bonus”. La carta argumenta la necesidad de una regulación para las remuneraciones variables de los directivos bancarios, aunque antes señala como causas de la crisis la titulización (la conversión de créditos bancarios en valores negociables) y el uso de instrumentos financieros excesivamente complejos.Desde el comienzo de la crisis financiera hace más de dos años, los gobiernos se han mostrado incapaces de adoptar decisiones contra sus causas; y ahora nos quieren convencer de que la regulación de los bonus resolverá las deficiencias del sistema bancario. Y se intenta que este tema funcione mediáticamente ante los electorados como nueva cortina de humo que oculte la inoperancia de esta tercera cumbre en Pittsburgh, del mismo modo que el asunto de los paraísos fiscales encubrió el vacío de la anterior cumbre de abril, como se explica en el libro “Al rescate de los paraísos fiscales. La cortina de humo del G-20”. Y lo mismo que sucedió con la segunda cumbre de Londres, esta vez se intenta ocultar ante los ciudadanos la falta de voluntad política y los desacuerdos sobre medidas más profundas que pudieran regular de verdad la “fabricación” de nuevos productos financieros, la llamada innovación financiera, y prevenir grandes riesgos bancarios incontrolados que al difundirse globalmente reparten por el mundo el coste de los fracasos de la banca global. Es decir, además de exigir mayores niveles de reservas de capital y de controlar la solvencia de los bancos con una supervisión rigurosa, los Estados tendrían que recuperar la autoridad perdida sobre la banca y las finanzas. Porque los gobiernos europeos por su parte pretenden disimular su incapacidad para superar una Unión que carece de gobierno económico, de supervisor bancario y de controles sobre los movimientos extracomunitarios de fondos. Hay un falso afán de Europa y EEUU para culpabilizar de la provocación de la crisis a los abusos de unos cuantos, que hasta la fecha solo han recibido sanciones morales, cuando realmente el sistema en vigor les autorizaba y les sigue autorizando a todos los excesos. Es cierto que las retribuciones variables de los altos directivos o de los simples especuladores bancarios (traders), son un incentivo para operaciones arriesgadas dada la gran libertad de acción de que disponen; pero hay que subrayar que estas operaciones son posibles por la carencia de controles internacionales o de los Estados y de regulaciones coactivas que las impidan o limiten. Aunque luego los daños de sus fracasos financieros alcance a los últimos rincones del planeta.Es un afán explicativo en boga que lo resume bien el libro Fool´s Gold de la especialista en mercados del Financial Times, Gillian Tett en su subtítulo “Cómo el atrevido sueño de una pequeña tribu en J.P.Morgan fue corrompido por Wall Street y desencadenó la catástrofe”; una presentación comercial que contradice el contenido que no es ficción. Nos relata cómo se produjo la invención de los derivados del crédito gracias al ingenio y a los modelos matemáticos de un grupo de brillantes jóvenes “traders” que empezaron su carrera profesional en uno de los pocos bancos de inversiones que han salido indemnes, el JP Morgan. Y mediante su labor de lobby lograron vía libre de las autoridades estadounidenses para los CDS (crédit default swaps) y demás productos opacos de tres letras, que comercializaron mediante entidades con nombres raros (SIV,SPV,conduits) domiciliadas en centros offshore, en los llamados paraísos fiscales, que les permitían efectuar las transacciones fuera de la contabilidad oficial del banco y, por tanto, fuera de la supervisión de los bancos centrales, como la Reserva Federal, burlando de este modo las normas internacionales sobre solvencia. Pretendían así ampliar el negocio financiero pero evitando que el banco sobrepasara legalmente su capacidad de endeudamiento con el exceso de operaciones de alto riesgo, infringiendo los acuerdos de Basilea; y al mismo tiempo, conseguían incrementar sus retribuciones personales porque hacían innecesarias las limitaciones a los “bonus” que JP Morgan había establecido como freno para ese aumento ilegal del riesgo.Lejos de la eliminación de los megasueldos de los altos directivos bancarios anunciada en algunos titulares de prensa, lo cierto es que la reciente declaración sobre “el reforzamiento del sistema financiero” de los ministros del G-20 tras la reunión preparatoria, se limita a pedir que el Consejo de Estabilidad financiera presente propuestas para que los estándares globales sobre compensaciones y bonus “se alineen con la creación de valor a largo plazo (aumento del valor de las acciones del banco) y la estabilidad financiera”. Todo apunta, pues, a que con este asunto se está creando una nueva cortina de humo sobre Pittsburgh 2009, que esconde el consenso político de los gobiernos para mantener el paradigma neoliberal, pese a las evidencias acumuladas de que el sistema financiero global no funciona sin el dinero de los contribuyentes. Y una vez que se acuerden directrices para reforzar las reservas de capital de los bancos con limitaciones globales para los fondos destinados a bonus, está claro que el comunicado final de esta tercera cumbre permitirá un despliegue mediático que oculte su inoperancia, como sucedió con el tema de los paraísos fiscales tras la cumbre de Londres en abril.-

Del mismo autor: "Testamento vital para la banca": F1.pdf
Juan Hernández Vigueras, Comité de Apoyo de Attac, Público
Enviar
http://www.attacmadrid.org/

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PRINCIPIOS DE DERECHO TRIBUTARIO

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