miércoles, 25 de febrero de 2015

Swiss Leaks
Mientras los fiscales suizos allanaban la sede del HSBC en Ginebra al inicio de una investigación por lavado agravado de dinero, en Brasil las autoridades que investigan el megaescándalo de corrupción de Petrobras –el ‘Petrolao’– se enteraban que varios de los ejecutivos de las principales compañías constructoras acusadas por multimillonarios sobornos, mantenían cuentas en el HSBC… y una activa presencia en el Perú.
Izquierda: Fiscal Yves Bertossa, quien lideró el allanamiento a oficinas del HSBC. Derecha: Pedro Barusco, ex gerente de Petrobras.

Por Luisa García y Gerardo Cárdenas.-IDL
Los remezones por el caso de los Swiss Leaks continúan con un impacto de réplica sísmica, sin dar señales de disminuir. Ayer, las autoridades suizas allanaron la sede del HSBC en Ginebra, tras comunicar el inicio de una investigación penal contra el banco por lavado agravado de dinero. La incursión fue dirigida por los fiscales Olivier Jornot e Yves Bertossa, acompañados no solo por fiscales y policías sino también por analistas financieros.
La investigación periodística global, liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés) y por el periódico francés Le Monde encontró que el HSBC ayudó a buena parte de sus clientes –entre ellos traficantes de armas y de diamantes ‘de sangre’– a esconder su dinero de las autoridades fiscales.
Similar conclusión habían alcanzado ya las autoridades de impuestos de varias naciones, abanderadas por la francesa, que recibieron de esta la información del exfuncionario del HSBC Hervé Falciani, convertido en fugitivo de Suiza y denunciante en Francia, luego de sustraer una inmensa cantidad de datos bancarios que documentaron las transgresiones del HSBC y las evasiones de sus clientes.
La avalancha investigativa comprendió el esfuerzo de verificación y la investigación independiente de periodistas de 45 países, miembros del ICIJ.


Una de esas naciones – que cuenta, por cierto, con un vibrante periodismo de investigación–, es Brasil, donde paralelamente el caso ‘Petrolao’, el mayor escándalo de corrupción de su historia reciente, no cesa de dar sorpresas y añadir a miembros prominentes de sus élites política y corporativa, a la lista de los investigados por coimas, robos y sobornos de una escala gigantesca, hasta para Brasil.
Ahora resulta que varias de esas personas, sobre todo líderes corporativos, figuran como clientes de la notoria sucursal suiza del HSBC.
La mega corrupción del caso “Petrolao’ involucra tanto a Petrobras, la petrolera estatal brasileña, como a las principales firmas constructoras y contratistas de ese país, como Queiroz Galvao, Galvao Engenharia, Odebrecht, Camargo Correa, OAS y Tomé Engenharia, entre otras. Varios de sus principales ejecutivos han sido arrestados. Otros se han convertido en colaboradores eficaces (es decir, en delatores bajo acuerdo con la fiscalía); y varios buscan ya acuerdos, que significarán entregar la información pedida, devolver dinero robado y, quizá, pagar sus delitos con multas y prisión negociadas.
Si la investigación en Brasil se lleva a cabo con la energía con que se realizó la del HSBC, ( y hasta ahora es muy intensa y eficaz) la avalancha informativa que emergerá será sin duda mayor a la que vino de Europa y podrá servir no solo para retratar en íntimo detalle la corrupción brasileña sino la de virtualmente toda Latinoamérica. Y dentro de ella, muy especialmente, la del Perú.
El reconocido periodista brasileño Fernando Rodrigues reportó, hace unos días, en su blog, la existencia de cuentas en el HSBC de varios personajes vinculados al caso ‘Petrolao’.
Para empezar, se encontró una cuenta relacionada con Pedro Barusco, el ex gerente de Petrobras que recibía parte de las coimas y que confesó haber iniciado esa práctica sistemática hace 20 años, en 1995, así como el uso de trece compañías offshore para esconder las “propinas” (coimas en portugués). Barusco es ahora colaborador eficaz de las autoridades federales brasileñas.
Además se encontraron cuentas ligadas a ejecutivos de las firmas Queiroz Galvao y Galvao Engenharia, también involucradas en grandes casos de sobornos. Dos de esos ejecutivos se encuentran imputados en el caso Petrolao. Ellos son Eduardo de Queiroz Galvão y Dario de Queiroz Galvão Filho.
Tanto Petrobras como Queiroz Galvao han tenido y tienen una presencia importante en el Perú, como veremos a continuación.
Ranking de proveedores y elección de abogados
Entre el 2006 y el 2011, durante el segundo gobierno de Alan García, Petrobras ocupó dos veces el primer lugar en el ranking anual de proveedores del Estado. La primera vez, el 2006, le fue adjudicado un monto de más de 3, 900 millones de soles por el suministro de petróleo crudo para la Refinería de Talara durante tres años consecutivos.
El año 2010, el monto adjudicado fue de 11, 436 millones de soles, por diferentes suministros de petróleo crudo también para dicha refinería. En uno de los casos, por un periodo de siete años, según información del OSCE (Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado).



En esos años, Petrobras fue patrocinada por el estudio Nava & Huesa Abogados, fundado por y vinculado con Luis Nava Guibert, entonces secretario general de la Presidencia de la República y luego ministro de Estado durante el último periodo aprista (Ver reportaje ‘La sombra del secretario’). Según declaró el estudio a la Sunat, Petrobras le pagó 64 mil 109 soles entre diciembre de 2006 y diciembre de 2011.
Aseguradora movía millones en Suiza pero declaraba pérdidas en Perú
Gabriela Flores y Milagros Salazar *
Convoca.pe
Siguen los destapes de casos probables de elusión tributaria y estafa en el Perú. Esta vez el grupo de periodistas peruanos de análisis de datos convoca.pe reveló que una empresa aseguradora que poseía una cuenta de 9.3 millones de dólares en el HSBC de Suiza, ocultó esta información y sólo declaraba pérdidas, para presumiblemente eludir al fisco peruano y no cumplir con sus acreedores. Lea el reportaje:
Swiss leaks. Entre los clientes del HSBC de Suiza de la lista peruana, aparecía camuflada la historia de una aseguradora que no pagaba impuestos en el país por declarar pérdidas constantes. En simultáneo movía más de US$9 millones en este banco que viene siendo investigado por lavado de dinero agravado.
En la lista original que filtró Hervé Falciani, el ex informático del HBSC de Suiza, resaltan los nombres de dos compañías nacionales. Una de ellas es Latina Seguros y Reaseguros S.A., con una cuenta que registra un monto máximo de 9 millones 430 mil dólares entre 2006 y 2007. Con esa cifra, se podría pensar que a esta empresa no le iba tan mal en el Perú. Es más, hasta podía irle “excelente” como aseguró su entonces presidente del directorio, el venezolano Moritz Eiris Bonilla.
Pero los estados financieros muestran otra realidad. Hasta 2007, Latina tenía pérdidas acumuladas que llegaban a los 12 millones 334 mil dólares** y que le permitieron evitar el pago de impuestos a la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), incluso cuando registró utilidades.
Las cuentas de la filial suiza del HSBC, que esta semana fue allanada por las autoridades y es investigada por lavado de dinero agravado, han permitido desenterrar el caso de Latina en el que existen números inconsistentes. Y evidencias de posible elusión tributaria mediante diversos mecanismos, de acuerdo con los documentos a los que accedió Convoca y los auditores financieros y contadores consultados para reconstruir esta historia.
FINANZAS EN ROJO
En junio de 2005 nace Latina Seguros y Reaseguros S.A., producto de la fusión de Generali Perú y Latina Holding S.A. que compró el 98.09% de las acciones e inyectó 6 millones 673 mil dólares. Para ese momento, las pérdidas de la compañía superaban los 11 millones de dólares, según los estados financieros que presentó a la Superintendencia del Mercado de Valores (Ex Conasev).
Como resultado de la fusión, la empresa pasó a ser dirigida por Moritz Eiris Bonilla, un empresario venezolano que maneja sus negocios en el Perú a la distancia. Sus visitas nunca han durado más de una semana, según su registro migratorio. Junto a Eiris Bonilla, asumió como miembro del directorio de Latina, Enrique Lerner Rais, quien también aparece vinculado a la cuenta en Suiza.
Cuatro meses después de empezar a operar en el país, en octubre de 2005, la empresa tuvo otro revés financiero: Refco Capital Markets, que manejaba 11 millones 900 mil dólares de inversiones de Latina, se declaró en quiebra tras ser acusada de fraude por las autoridades de Estados Unidos. Fue precisamente el 2005 que Latina cerró con la mayor pérdida anual registrada desde 2003: 5 millones 131 mil dólares.
En un contexto de cifras en rojo, en agosto de 2006, Latina redujo su capital social por encima de los 16 millones 284 mil dólares y el valor de las acciones cayó en más del 50%: de 6.18 soles pasó a 2.62 soles, según registros públicos.
Pero Latina no estaba obligada legalmente a reducir su capital social debido a que sus pérdidas aún no superaban el 50% del valor de la empresa. ¿Por qué lo hizo? Fuentes de SUNAT señalaron que esta operación es considerada un mecanismo de elusión tributaria muy utilizado porque permite repartir utilidades entre los socios sin pagar el 4.1% de impuestos al que estaban obligados los retiros de utilidades hasta 2014.
De no haber usado este mecanismo, Latina hubiera tenido que pagar más de 600 mil dólares, de acuerdo con los cálculos realizados con ayuda de auditores.
Recién desde 2013 en que se promulgó el decreto legislativo 1120, toda empresa que reduce su capital social deberá pagar impuestos a los dividendos, para frenar la “evasión tributaria”, apunta la norma. Pero esta prohibición no alcanzó a Latina que usó el vacío legal mientras movía millones de dólares en Suiza.
Ahora se entiende por qué Eiris Bonilla negó en un diálogo telefónico con Convoca, que su empresa haya recurrido a esta práctica. “No recuerdo ninguna reducción de capital”, dijo desde Estados Unidos con un celular registrado en Ecuador. Entonces, ¿cuál era la situación financiera de su empresa?, preguntamos. “Era excelente”, respondió. Al confrontarlo con las cifras de las pérdidas, Eiris recién empezó a recuperar la memoria y atribuyó los números en rojo a las pérdidas heredadas de su antecesora Generali.
De acuerdo con los estados financieros, las pérdidas de Latina Seguros eran mayores que sus utilidades entre 2006 y 2007, mientras que Latina Holding, la empresa madre, también registraba pérdidas en esos años.
CUENTAS MILLONARIAS
Un mes después de la reducción de capital, el 18 de setiembre de 2006, se abrió la cuenta de Latina Seguros y Reaseguros S.A. en la filial suiza del HSBC, según los documentos a los que accedieron el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y Le Monde.
La cuenta que registra más de 9 millones 430 mil dólares está vinculada a otras tres cuentas que se abrieron el mismo día y aparecen a nombre de otras compañías del grupo empresarial: Sud América de Seguros C.A., Sur América Compañía de Seguros del Ecuador C.A. y Equator Investment Holding Ltd creada en Islas Vírgenes Británicas.
Junto a diversos directivos, Eiris Bonilla aparece relacionado a las cuatro cuentas de sus empresas con montos que suman 11 millones 883 mil dólares, entre 2006 y 2007. Latina Seguros y Reaseguros S.A. figura con el 80%. El empresario venezolano confirmó la existencia de esta cuenta en la entrevista telefónica y, de las otras cuentas, lo hizo mediante un correo electrónico enviado el último viernes por Pedro Samanamú, ex contralor de Latina.
Sin embargo, Eiris Bonilla cayó por lo menos en una contradicción de fondo en su intento de explicar el origen del dinero en Suiza. Argumentó que se trataban de las reservas de las primas de los asegurados pero evitó precisar los montos y los movimientos financieros en el HSBC por considerar que se trataba de un asunto “totalmente confidencial”. “No tengo por qué decirle a nadie cuánto moví en una cuenta”, agregó después de señalar que todo lo reportó a la Superintendencia de Banca y Seguros.
Las reservas a las que se refiere el empresario corresponden a las reservas técnicas de primas y de siniestros. Según los estados financieros de la empresa, en 2006 estos fondos apenas superaron los 8 millones de dólares, menos del monto máximo registrado en Suiza. Sin embargo, el decano del Colegio de Economistas de Lima, Ricardo Rasilla, explicó que la totalidad de esos fondos no son depositados en cuentas bancarias ya que la mayor parte debe ser colocada en inversiones que permitan obtener rentabilidad para cubrir las indemnizaciones de los clientes y garantizar que la reserva crezca año a año.
En consecuencia, lo que debe compararse con el dinero en Suiza es el rubro Caja y Bancos que aparece en los estados financieros. De acuerdo con auditores y contadores consultados, las cifras tampoco encajan. Para el 2006, este rubro alcanzó los 5 millones 716 mil dólares, es decir cerca de 4 millones de dólares menos de lo que se registró como monto máximo en el HSBC. En 2007, este rubro llegó a los 7 millones 195 mil dólares, dos millones 234 mil menos del monto máximo en el banco.
Eiris Bonilla aseguró que además de las cuentas en el HSBC, Latina también trabajaba con el Deutsche Bank. Si esto es verdad, el monto declarado en Cajas y Bancos debería ser mucho mayor a lo de las cuentas en Suiza.
El empresario aseguró que pagó el impuesto a la renta que generó Latina Seguros en el Perú y que declaró “los ingresos derivados” de la cuenta del HSBC. Pedimos esta información a Sunat, pero debido al secreto tributario no fue posible obtenerla.
La historia de los montos millonarios en Suiza no acaba en 2007. El nombre de la segunda aseguradora más importante del país, Mapfre Perú Compañía de Seguros y Reaseguros, aparece en este vaivén empresarial.
LA VENTA A MAPFRE
A fines de 2007 se aprobó la venta de Latina Seguros a Mapfre América, que es la matriz de la filial nacional Mapfre Perú. El 1 de enero de 2008 se oficializó el cambio de dueño.
Mapfre Perú ya tenía vínculos comerciales con Latina desde antes de la venta, confirmó Eiris Bonilla. Y tiempo después, a fines de 2007, decidieron concretar la transacción en dos pasos: primero, el 31 de octubre de 2007, Latina Seguros y Reaseguros S.A. transfirió el 98.55% de sus acciones a Mapfre Perú por 13 millones 417 mil dólares, y dos meses después, el 28 de diciembre, se aprobó la fusión de ambas empresas, según consta en las memorias anuales de Latina.
Con la fusión, Mapfre heredaba los pasivos y activos de Latina, entre los que figuran la cuenta en Suiza. Mapfre lo confirmó en un correo electrónico enviado a través de la consultora de comunicaciones Chisac: “Mantenemos la cuenta abierta en el HSBC de Suiza, porque operativamente nos resulta conveniente contar con fondos en una entidad bancaria que funcione en horario distinto al peruano”.
En la breve respuesta que envió Mapfre a las once preguntas de Convoca, ésta señaló que los ingresos derivados de la cuenta “han sido incluidos en nuestras sucesivas declaraciones de impuestos”. Pero evitaron responder sobre el proceso de compra de Latina y aclararon que todo fue “con apego a las normas”.
Con la compra de Latina, Mapfre adquirió el beneficio de reducir su carga tributaria por el equivalente a las pérdidas acumuladas de Latina hasta 2007: 12 millones 334 mil de dólares.
Para entonces, las cifras de Latina daban cuenta de una empresa al borde de la quiebre, a juzgar por el Decano del Colegio de Economistas, una situación que le permitió apelar a diversos mecanismos para no pagar impuestos en el Perú mientras manejaba millones de dólares en Suiza. Este es el punto de partida para la investigación que las autoridades peruanas deberán realizar a raíz de la revelación de los Swiss Leaks.
Directores cuestionados
Entre 2006 y 2007, período del movimiento financiero en Suiza, en el directorio de Latina figuraban dos personajes con cuestionamientos propios: José Flecha Zalba y Charles Fyfe Alvarado. Flecha, apenas dos años antes, había logrado ser excluido por la Corte Suprema de un proceso judicial por presuntamente haber intentado ayudar a esconder bienes de la empresa CIFSA International del prófugo Enrique Benavides Morales, uno de los principales operadores de Vladimiro Montesinos en casos de corrupción como el de los aviones MIG – 29. Su esposa es cuñada de Benavides Morales.
Mientras que Charles Fyfe era dueño de Master Capital y AFINE SAC, empresas que compartían la dirección con Business Track (BTR), acusada de espionaje telefónico, según un informe de la Dirección Antidrogas de enero de 2009. Además, figura vinculado a sociedades off shore como Canopy Group, creada en las Islas Vírgenes Británicas, y Sustainable Development Investments Inc. fundada en 2006 en Panamá. Flecha y Fyfe admitieron a Convoca que enfrentaron estas denuncias pero negaron que tuvieran conocimiento cercano del singular manejo financiero de Latina.

*Con la asesoría de la periodista costarricense Giannina Segnini y la colaboración de Aramís Castro. **Los montos aparecen en soles en los estados financieros. Para este reportaje fueron convertidos a dólares para unificar la moneda y se consideró el tipo de cambio del BCR de cada año correspondiente.
Caso HSBC: ocho familias peruanas en la lista.

Tras el escándalo de las cuentas secretas en el Banco HSBC, reproducimos información de un equipo periodístico que analiza el caso de familias peruanas que estarían involucradas en posibles casos de evasión fiscal.
Cada nombre y cada cifra se fueron conectando entre sí para disparar al blanco. Entre los cerca de 60 mil archivos originales de los clientes del HSBC de Suiza, filtrados al diario Le Monde, aparecía un registro de 47 clientes vinculados al Perú. Posteriormente, gracias al trabajo de limpieza, organización y análisis de la Unidad de Datos del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), la cifra llegó a 96 nombres a pocas horas del lanzamiento de la investigación global la tarde del 8 de febrero.
ICIJ usó diversas herramientas y cruzó bases de datos para conectar los nombres de más de 100 mil clientes del banco con los países y así poder entregar al ejército de más de 140 reporteros que participamos en el proyecto, la información relevante para nuestros lugares de origen. En el registro final sobre el Perú al que accedió el equipo de periodistas de investigación y analistas de datos Convoca, más del 44% de los nombres aparece con domicilio en el país, y el resto cuenta con la nacionalidad o registra al Perú como lugar de nacimiento.
Las cuentas de estos clientes tuvieron un monto máximo de movimiento de US$ 141 millones 230 mil entre el 2006 y el 2007, lo que coloca al Perú en el noveno lugar entre los 20 países latinoamericanos con mayor monto y en el puesto 93 a nivel global (ver infografía interactiva de la región realizada por Convoca y herramienta interactiva del ICIJ).
Las familias

En esta lista sobre la que se ha especulado mucho en los últimos días, destacan los nombres de familias de grupos empresariales, los cuales Convoca ha verificado uno por uno haciendo un cruce con los registros de Reniec, las memorias anuales de las compañías, y comunicándose con varias de estas personas o sus familiares (en varios casos los clientes que forman parte de estas familias han fallecido).
En total, son ocho grupos familiares con actividades en el rubro de alimentos, pesquero, inmobiliario y otros. Dos de ellos registran movimientos máximos que superan los 14 millones de dólares entre el 2006 y el 2007. Las otras seis familias no aparecen relacionadas a cuentas con montos de dinero en esos años, pero sí llama la atención por lo menos un caso debido a su vinculación con una empresa off shore.
Las ocho familias representan a casi el 30 por ciento de los clientes: 28 nombres, de los cuales 75 por ciento figuran con domicilio en el Perú y han registrado en su mayoría actividades productivas en el país, por lo tanto son candidatos a que las cuentas en el HSBC de Suiza, a las que se encuentran vinculados, sean revisadas por la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria(Sunat) ni bien su homólogo en Suiza reporte el estado de sus movimientos financieros.
Fuentes de la Sunat informaron que entre el lunes y el martes esta entidad oficializará el pedido a través de la Cancillería para que la entidad recaudadora de Suiza reporte la situación de estos casos.
Obligaciones
Las personas que están obligadas a pagar impuesto a la renta a Sunat por las ganancias generadas en el extranjero, por ejemplo por los intereses que se ganan con depósitos de dinero en un banco, son aquellas que residen más de 180 días al año en nuestro territorio.
Si bien luego de cuatro años esta obligación prescribe, los registros entre el 2006 y el 2007 del HSBC son el punto de partida para que la Sunat revise el movimiento financiero posterior que han realizado estas personas, incluso de las que han fallecido, ya que puede evaluarse la situación de sus herederos y determinar si hubo evasión fiscal, de acuerdo con los expertos consultados.
Con el caso “Swiss Leaks”, se empezará a ejecutar el convenio de intercambio de información con Suiza suscrito el 21 de setiembre de 2012 y ratificado el 28 de febrero de 2014. Este acuerdo apenas entró en aplicación el primero de enero de este año.
Antes de esa fecha, no existía intercambio de información con la entidad recaudadora de Suiza y, por lo tanto, no se reportaba el movimiento financiero sospechoso de estas personas con cuentas en el HSBC, a menos que ellas mismas y las empresas decidieran reportar las rentas generadas en el extranjero y pagar sus impuestos a la Sunat.

Los “Swiss Leaks” han destapado el secreto.
EXCLUSIVO
Por Romina Mella y Gustavo Gorriti / IDL-Reporteros.-
Fotos centrales: Víctor Ch. Vargas / Caretas.-
(Esta es una publicación conjunta de IDL-Reporteros y la revista Caretas)
Los archivos de Falciani
Entre las casi 130 cuentas de clientes peruanos del HSBC en Suiza que recibió IDL-Reporteros, había varios nombres conocidos, casi todos de empresarios.
Pero un nombre resaltó de inmediato: Javier Pérez de Cuéllar. ¿Qué hacía ahí el ex secretario general de las Naciones Unidas, ex primer ministro y, antes, candidato presidencial? A lo largo de una carrera de varias decenas de años, Pérez de Cuéllar desarrolló con justicia una reputación de diplomático eminente, pero nunca como empresario.
Sin embargo, ahí estaba, inequívoca en el archivo de Falciani, la relación de cuentas:
La primera, según el archivo, fue abierta el 26 de noviembre de 1990 y cerrada en enero del 2002. Era una cuenta mancomunada de Pérez de Cuéllar con su esposa, Marcela Temple. Otra persona aparecía vinculada: el diplomático turco Mehmet Ulkumen, que fuera jefe de protocolo de las Naciones Unidas en Ginebra durante la gestión de Pérez de Cuéllar.

Embajador Javier Pérez de Cuéllar.
Hay un dato de importancia con esta cuenta. Fue abierta en el entonces Republic National Bank of New York, que pertenecía a la corporación dirigida por el banquero Edmond Safra, quien fue muy amigo de Pérez de Cuéllar, como lo fue la esposa de aquel, Lily Safra, con Marcela Temple.
Cuando Pérez de Cuéllar terminó su gestión como secretario general de la ONU, pasó a ser uno de los directores de ese banco. Edmond Safra murió trágicamente en diciembre de 1999 y su banco, el Republic National Bank fue adquirido por el HSBC. De manera que Pérez de Cuéllar abrió la cuenta en un banco y cerró esa misma cuenta en otro.
La segunda cuenta fue abierta en 1992, también en el entonces Republic National Bank. Ahí el único titular fue Javier Pérez de Cuéllar, aunque hubo dos personas vinculadas con la cuenta: el turco Mehmet Ulkumen y Carmen Elizabeth Sa Hasbun. La cuenta fue cerrada en octubre de 2001 y no quedaron registros de montos ni transacciones.
Meses antes de que Pérez de Cuéllar cerrara esa cuenta, en junio de 2001, su esposa Marcela Temple y la hija de esta, Marcela Ganoza, abrieron una cuenta cifrada en el HSBC, que hasta el 2007 había realizado varios depósitos.
IDL-R contactó en Londres a Marcela Ganoza. Ella sostuvo que la cuenta, si existiera, estaba en orden y formaba parte de su vida privada.
En 1996, según los archivos sustraídos por Hervé Falciani, la fundación Children Action, con sede en Ginebra, abrió una cuenta en el HSBC en la que Javier Pérez de Cuéllar aparece como “beneficial owner”, es decir como persona con poderes para manejar y usufructuar la cuenta. De acuerdo con los documentos mencionados, esa cuenta tuvo un monto máximo de cerca de 9 millones de dólares antes del 2007. La misma cuenta listaba a otras cuatro personas como ‘beneficial owners’. Todos eran miembros de la Fundación.
Verificaciones
El asunto era realmente intrigante y exigía verificarlo. El ilustre diplomático parecía fuera de lugar en la opulenta pero poco recomendable compañía, que incluía a traficantes de armas y diamantes, lavadores de dinero.
En el proceso de verificación de IDL-Reporteros hubo cosas sorprendentes desde el principio. El diplomático turco, Mehmet Ulkumen fue contactado por IDL-R la semana pasada. Ya jubilado, Ulkumen fue ubicado en Ginebra y pareció genuinamente sorprendido por la información.
“Esto debe ser un error” dijo Ulkumen, “… debe ser una confusión. […] Nunca he tenido una cuenta en el HSBC […] Pérez de Cuéllar fue mi jefe en las Naciones Unidas, pero nunca he tenido una con él, ni negocios con él”. Después de esa conversación, Ulkumen no respondió más llamadas.

Edmond Safra. (Foto: Edmond J. Safra Philanthropic Foundation)
La fundación Children Action reaccionó en forma mucho más enfática a través de su directora Stéphanie Kolly. “El señor Pérez de Cuéllar no puede aparecer como dueño de la cuenta de Children Action en la HSBC porque simplemente no lo es” escribió Kolly en el primero de dos correos electrónicos. “Esta cuenta pertenece solamente a la Fundación […] el señor Pérez de Cuéllar nunca estuvo involucrado en las finanzas de Children Action […] Puede que su nombre haya aparecido en la lista robada del HSBC como cada otro miembro del directorio de la Fundación o sus miembros honorarios”.
En su segunda comunicación, el martes 10, Kolly precisó aún más la relación con Pérez de Cuéllar, quien, según ella “no fue siquiera firmante de la cuenta de la HSBC ni de ninguna otra cuenta de la Fundación”. Fue miembro del directorio desde 1994 hasta el dos mil, luego, de acuerdo con Kolly, fue solo un miembro honorario “como todos los ex directores”.
Solo quedaba aclararlo con el propio ex secretario general de las Naciones Unidas.
Entrevista exclusiva con Javier Pérez de Cuéllar
Martes 10 en la tarde. La casa de Javier Pérez de Cuéllar en San Isidro se siente apacible pese al vivo tráfico de afuera. A sus 95 años de vida, Pérez de Cuéllar luce frágil, de voz apagada y memoria crecientemente selectiva. Pero conserva intacto un vivo y rápido sentido del humor. Lo acompaña su hija Cristina, que ha llegado de Portugal para acompañarlo; y también Violeta de la Colina, su asistente por casi 20 años.
Los últimos dos años no han sido fáciles para el ex secretario general de la ONU. En julio del 2013 murió su esposa Marcela Temple. Meses después se inició una controversia con su familia política por asuntos de herencia, que ha terminado en confrontación de abogados, que puede derivar, o no, en litigio: Enrique Ghersi representa a los Ganoza, mientras Guillermo Lohmann es el abogado de Pérez de Cuéllar.
IDL-Reporteros había contactado desde hace varios días a los Pérez de Cuéllar. Tanto Cristina como Violeta de la Colina escucharon con sorpresa las novedades de los archivos de Falciani y se apresuraron en averiguar. Cristina Pérez de Cuéllar contactó a la funcionaria que ve la cuenta que el ex embajador tiene en París, en el HSBC, hace varios años. La funcionaria, dice Cristina, solo le dijo que las cuentas estaban cerradas y que no tenía porqué declarar a la prensa.

Con el retrato del Gabinete del presidente Valentín Panigua, del que él fue Primer Ministro.
Violeta de la Colina aseguró desde el primer día que durante todos los años que trabajó con Pérez de Cuéllar, administrando también sus cuentas, nunca supo de la existencia de alguna en Suiza. De todos modos, de la Colina contactó la semana pasada a la asistenta que tuvo Pérez de Cuéllar en Paris: Jocelin Pozzi-Escot y esta tampoco supo nada, pero ayudó a proseguir con la averiguación.
Pérez de Cuéllar, a su turno, no guarda ningún recuerdo sobre ese tema, pero añade que: “Yo jamás hubiera podido ser eso de ‘beneficial owner’. Es muy peligroso. Es algo que no está en mi temperamento… yo soy ‘owner’ de muy pocas cosas”.
El embajador tampoco recordó haber tenido las otras dos cuentas en Suiza.
Por más que las memorias puedan escurrirse como arena entre los dedos en el crepúsculo de la vida, los datos concurrentes en la verificación no dan hasta ahora ninguna evidencia de que Pérez de Cuéllar haya tenido algo que ver con el manejo de las cuentas de la Fundación Children Action. Y las otras dos fueron cerradas hace muchos años.
El caso del falso embajador
Extrañamente para una persona de 95 años, el pasado no es problema pero sí el presente. Además de las controversias familiares, a Pérez de Cuéllar le ronda la sombra de un falso embajador.
En efecto desde el 2007, una persona con impecable imitación de voz ha llamado en muchas ocasiones a millonarios conocidos de Pérez de Cuéllar, haciéndose pasar por él, para pedirles una ‘contribución urgente’ para salvar a algún niño enfermo que resulta tan real como un billete de trece soles. El estafador ha intentado sacarle plata a gente tan diversa como Carlos Slim, Lily Safra, Ricardo Salinas, Alfredo Harp Helú. La semana pasada intentó estafar a la editorial Navarrete con el cuento de salvar a una niña con cardiopatía en peligro inminente.

Mientras el verdadero Pérez de Cuéllar vive en reposo, entre libros y cuadros que la vista conoce y a veces adivina, el falso Pérez de Cuéllar ronda los teléfonos de la suites ejecutivas donde anida más ingenuidad de lo que parece, la suficiente como para que el estafador pueda abrir, ese sí, una cuenta en el HSBC.
Falciani y el HSBC: ¿Cómo sucedió todo?

La unidad de banca privada del HSBC en Suiza enfrenta un maremagno de acusaciones por la ayuda que presuntamente brindó a muchos clientes para evadir impuestos y porque supuestamente permitió que comerciantes de ‘diamantes de sangre’ y organizaciones terroristas ocultaran fondos ilícitos.
swissinfo.ch traza la ruta de las revelaciones que hoy amenazan con destruir la reputación del segundo banco más grande del mundo.
Además de abrir una caja de Pandora sobre las vulnerabilidades de la banca helvética, el caso que actualmente acapara la atención del mundo reaviva el debate sobre el rol de los denunciantes: son personajes que revelan verdades que debe conocer la opinión pública o son delatores oportunistas movidos por la codicia.
En todo caso, las revelaciones que hizo Hervé Falciani son motivo de una gran tensión diplomática entre Suiza y países como Francia, España o India.
Descripción: rtx17zp4-jpg¿Quién es Hervé Falciani?
Hervé Falciani es un experto informático que trabajó para el HSBC de Ginebra y que sustrajo a este banco información delicada sobre millares de clientes para luego difundirla.
No existe consenso sobre las razones que condujeron a Falciani a hacer pública esta información. Él afirma que es un ciudadano socialmente responsable que quería ventilar prácticas dañinas para la sociedad.
El HSBC y las autoridades suizas lo consideran un delincuente que intentaba llenar sus bolsillos a expensas del banco y de los clientes del mismo.
De Falciani se sabe que tiene 43 años y que es un ciudadano franco-italiano criado en el Principado de Mónaco, donde inició su carrera profesional en el HSBC. En 2006, gracias a sus cualidades técnicas, fue transferido a la filial ginebrina del banco británico.
De acuerdo con la acusación que interpuso el Ministerio Público de la Confederación Helvética en mayo de 2008, Falciani intentó vender a Líbano la información sensible que obtuvo de clientes de esta entidad bancaria, con la ayuda de una cómplice que entonces era su pareja.
Su plan fracasó, así que posteriormente ofreció los datos a los gobiernos de varios países. Los archivos en su poder concentraban detalles sobre unos 130 000 clientes del HSBC en Suiza que fueron a parar a manos del Gobierno francés.
En aquel periodo, Christine Lagarde, entonces ministra gala de Finanzas y hoy directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), decidió compartir la información con otros gobiernos. Estos datos confidenciales se conocen como la ‘Lista Lagarde’, que recibieron también Grecia, India, Gran Bretaña, Bélgica y Argentina.
¿Cómo reaccionó Suiza?
Suiza fue alertada desde que Falciani estableció contacto con Líbano y la policía helvética lo detuvo en diciembre de 2008 para luego someterlo a un interrogatorio.
Le permitieron irse convocándole al día siguiente para proseguir con la declaración, pero Falciani no se presentó. Durante la madrugada había abandonado Suiza rumbo a Francia.
Indignadas por la huida de Falciani, las autoridades suizas solicitaron asistencia legal a sus contrapartes francesas. E irónicamente, fue una redada policial realizada dentro del domicilio francés de Falciani lo que llevó información altamente comprometedora a manos de las autoridades galas.
Suiza se quedó a la espera y con las manos vacías, ya que Francia no extradita a sus propios ciudadanos.
Posteriormente, Suiza volvió a acometer en su objetivo de conseguir la extradición de Falciani desde España, país al que se había mudado. Pero las autoridades ibéricas tampoco accedieron.
En diciembre de 2014, Suiza decidió reactivar la causa contra Falciani por espionaje industrial y violación del secreto bancario, a pesar de que el acusado no se encontraba en territorio helvético.
¿Qué implicará todo esto para el HSBC?
Como resultado de la fuga de datos y su posterior distribución, la unidad de banca privada del HSBC en Suiza se enfrenta hoy a numerosas investigaciones y cargos por parte de diversos países. Argentina, Bélgica y Francia figuran entre las naciones que le acusan de cometer delitos.
El banco HSBC admite que ha cometido errores, pero afirma que ya ha enmendado el camino.
¿Cómo se verá afectada Suiza?
Las revelaciones que hizo el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ en inglés) sobre el HSBC se suman a la lista de escándalos de evasión observados durante los últimos años.
UBS, Credit Suisse y la filial helvética del banco israelí Leumi fueron multados en su momento por Estados Unidos por ayudar a sus clientes a evadir impuestos. Y bancos como Wegelin y Frey sencillamente sucumbieron y cerraron sus puertas ante las evidencias de delitos de incumplimiento fiscal que presentó en su contra el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DoJ).
Por otra parte, un nutrido grupo de bancos aún está bajo investigación en Estados Unidos y algunas entidades más se han adherido a un esquema que evita que sean enjuiciados a cambio de que admitan voluntariamente los delitos que cometieron.
Las autoridades francesas también pusieron bajo investigación al UBS y al Bank Reyl. Ante la presión que ha recibido su plaza financiera, Suiza prometió al mundo poner en marcha (a partir de 2017) un sistema de intercambio automático de información.
El actual escándalo que salpica al HSBC también repercutirá en Suiza. Ya ha tenido un efecto diplomático en las relaciones con Francia y ha generado problemas con la India.
¿Y ahora qué?
Las acusaciones de la ICIJ aún no han sido confirmadas, pero han generado una avalancha de titulares embarazosos para Suiza en la prensa internacional.
Las repercusiones concretas dependerán del resultado que arrojen las investigaciones en los diferentes países sobre el proceder del HSBC de Suiza, así como del propio caso Falciani (que podría celebrarse bajo la fórmula de juicio en ausencia del acusado).

En tanto, la disputa entre Suiza y la India sobre el uso que hizo este país de los datos robados al HSBC para activar la asistencia administrativa helvética –por denuncias de evasión fiscal– también están en punto muerto.