viernes, 15 de agosto de 2014

Entrevista a Jefa de SUNAT: fuente periodística

Los proyectos enviados por el Ejecutivo al Congreso incluyen una serie de medidas tributarias que buscan inyectar liquidez en las empresas y mejorar las expectativas de los agentes económicos.Tania Quispe, jefa de la Sunat, añade que las iniciativas incluyen un cambio de paradigma en el ente, que ahora se enfocará más en brindar un buen servicio al contribuyente.
Además de lo ya anunciado por el ministro Castilla, ¿qué más trae el paquete de reformas tributarias que incluye el plan de reactivación?
Son varios temas, uno es que ya tenemos la capacidad de clasificar en 4 perfiles al contribuyente y, en función a estos, realizar lascobranzas y devoluciones. Esto es parte de la gestión de riesgo que vamos a aplicar desde agosto. A partir de ello también vamos a empezar con la devolución automatizada (en diciembre) y el abono en cuenta, si el contribuyente es un buen pagador. Esto lo esperamos hacer en el 2015. Pero al que no es buen pagador se le aplicará una fiscalización antes de efectuar la devolución. También tenemos las medidas concretas cuyo propósito fundamental es ayudar a dinamizar la economía.
Que son varias. Comencemos por las detracciones.
Así es, ya anunciamos que apenas se apruebe el proyecto de ley, la tasa más sensible, que es la de servicios, baja de 12% a 10%. Solo esta medida libera 1.800 millones de soles anuales en beneficio en más de 170 mil contribuyentes. Además estamos haciendo una investigación para ver cuáles han sido los efectos que se han tenido. Las detracciones fueron creadas para combatir la evasión, ahora tenemos que ver cuáles han cumplido su papel y cuáles no, para ir avanzando en el desmantelamiento del sistema.
Imagino que en sectores sensibles como la minería se queda aún el sistema. ¿En cuáles es seguro que se irán retirando?
Claro, por la minería ilegal. Yo no quisiera adelantar una lista porque aún está en evaluación. Y van a depender de los resultados los anuncios que hagamos en los próximos meses. Eso sí, los primeros que se están revisando son los [sectores] que tienen las tasas más altas. Además tendremos que evaluar cómo impacta en la economía la rebaja que estamos anunciando.
También se han anunciado cambios en el sistema de percepciones (cobro adelantado de parte del IGV).
En percepciones estamos eliminando el sistema para las personas naturales sin fines comerciales. Estimamos que serían unos 300.000 contribuyentes beneficiados.
Los gremios aplaudieron el anuncio del ministro Castilla respecto a que este sistema se iría desmontando. Sin embargo, ahora se sabe que se beneficia a las personas naturales.
Nosotros caminamos en el camino trazado por el ministro, pero tenemos que ser cuidadosos con lo que se va desmontando, para no afectar la lucha contra la evasión y tampoco afectar la competitividad de las empresas.
¿Los gremios pueden esperar alguna noticia positiva en el corto plazo?
La idea es que a medida que vayamos fortaleciendo a la Sunat, estos mecanismos se tienen que ir reduciendo al mínimo. Ya hemos conversado de esto con los gremios. Yo espero que para el 2016 o 2017 la Sunat sea una entidad mucho más fuerte con todos los cambios que hoy se están implementando. Creo que en ese entonces vamos a estar en condiciones de poder reducir mucho más estos mecanismos.
En un escenario en el que los ingresos fiscales han mostrado una reducción, ¿estos cambios en el sistema de percepciones y detracciones pueden complicar más la situación?
Este tema lo tenemos bastante controlado porque lo estamos haciendo a la par de medidas de fortalecimiento y de mejora de procesos, que nos permitan asegurar que no vamos a tener más evasión. En realidad, el principal factor por el cual debiéramos esperar una reducción sería que nos juegue mal la economía y que haya por ahí un ponderable que genere un PBI con un crecimiento menor al esperado. Eso sí nos haría replantear nuestras cifras.
¿Una desaceleración más drástica del PBI implicaría repensar estas medidas?
No, estas medidas salen ya. Lo que sí esperamos es que generen un impulso en la economía, que las expectativas mejoren y la inversión se reactive. En el segundo semestre debemos tener un mejor escenario.
¿Y qué cambios se han planteado con respecto al sistema de incentivos al interior de la Sunat?
Quiero precisar que la Sunat no tiene un ingreso variable; es decir, que el trabajador no cobra por la cantidad de dinero que traiga, porque eso sería perverso. Lo que hay es una bonificación de resultados institucionales que incluye variables como la facilitación, [lucha contra] el contrabando y la presión tributaria. Ahora queremos añadir una cuarta variable, que es de quejas, para darle mayores facilidades y un mejor servicio al contribuyente.

viernes, 8 de agosto de 2014

LA INVIABILIDAD ECONÓMICA DE LA DEPRECIACIÓN ACELERADA





Iván Alonso

  • Iván Alonso
  • Economista

Con la idea de impulsar la inversión, el Gobierno ha enviado al Congreso un proyecto de ley que otorga el beneficio de la depreciación acelerada a los inmuebles cuya construcción se inicie a partir de este año y que al final del 2016 tengan un avance igual o mayor al 80%. La depreciación no reduce la carga total de impuestos que soporta una edificación; solamente la difiere en el tiempo. Según la exposición de motivos que acompaña al proyecto, el costo fiscal será, en lo inmediato, de 700 millones de soles; pero este se recuperará en años futuros. Lo que no dice es que, al margen del costo fiscal, hay un costo económico que es irrecuperable.
La depreciación es un método para distribuir el costo de una inversión a lo largo de su vida útil. Una empresa que construye una fábrica se engañaría a sí misma si restara de sus ingresos de este año todo lo que ha invertido. Resultaría con una pérdida enorme que no refleja la realidad. El local que alberga la fábrica (si no la fábrica misma) va a prestar sus servicios por los próximos veinte o treinta años. Lo más sensato es prorratear la inversión, reconociendo como un costo solamente la veinteava o treintava parte por año. De esa manera, la empresa se hace una mejor idea de lo que está ganando o perdiendo año tras año.
La depreciación acelerada tiene el efecto de echar la sensatez por la borda. El reconocimiento contable de la inversión se comprime en un período evidentísimamente más corto que la vida útil del inmueble. El objetivo es reducir las utilidades gravables de hoy, a costa –es cierto– de incrementar las de mañana. El impuesto a la renta se traslada del presente hacia el futuro. Eso hace temporalmente más atractiva la inversión en inmuebles.
Allí justamente es donde está el problema. La depreciación acelerada distorsiona las decisiones de inversión y le impone un costo a la economía.
Supongamos que usted tiene 100 soles y puede invertirlos en una de dos maneras. La primera es organizar un concierto que le deja, después de pagarle al artista, 120 soles de ingresos. La escenografía es irrecuperable, así que toda su inversión es un costo atribuible a ese concierto y nada más. Ha ganado 20 soles, que se convierten en 14 después de impuestos. Una rentabilidad de 14%, que puede replicarse los próximos 30 años.
Otra posibilidad es construir un local industrial. Digamos que puede alquilarlo no por 20, sino por 18. Claramente, se trata de una inversión inferior. Haga sus cuentas y verá que después de depreciación e impuestos le queda una rentabilidad de tan solo 13%.
Pero aquí viene la depreciación acelerada para inducirlo precisamente a hacer la inversión inferior, la que menos aporta al conjunto de la economía. El local sigue generando servicios por un valor de 18, o sea, el alquiler que alguien está dispuesto a pagarle. Gracias a la depreciación acelerada, sin embargo, usted no pagará impuesto a la renta en los próximos cinco años. Su rentabilidad es ahora de 15%. Y no porque haya hecho una mejor inversión, sino porque el fisco ha postergado sus aspiraciones. Usted es cuatro soles más rico, pero el país es dos soles más pobre.
La depreciación acelerada no significa que vaya a haber más inversión. Significa solamente que la inversión se va a distribuir de otra manera. Siendo esa otra manera una que contribuye menos al bienestar nacional.

miércoles, 6 de agosto de 2014

RICHARD WEBB OPINA SOBRE EL FRACASO HISTÓRICO DE LAS AFP






Richard Webb

  • Richard Webb
  • Director del Instituto del Perú de la USMP
El sistema AFP ha fracasado en su objetivo principal, asegurar la vejez del trabajador, a pesar de dos décadas de existencia y del apoyo del Estado a través de elevadas comisiones. Al final, apenas uno de cada siete trabajadores cotiza cada año. Entre los afiliados que aportan irregularmente, y la mayoría que nunca aporta, es evidente que la protección lograda es una pequeña fracción del objetivo buscado, y que la mayor parte de la población se encuentra desprotegida. Cualquiera diría que es hora para un reexamen. 
Varios errores confluyeron en la creación de las AFP. El primero fue la creencia de que el peruano no ahorra, idea nunca sustentada pero tenaz, quizá por la predisposición a menospreciarnos. La realidad es todo lo contrario. La familia peruana no solo ahorra, sino que está entre las que más ahorran en el mundo. Según la encuesta anual de niveles de vida, en el 2013 el ahorro de las familias fue 24% de sus ingresos, antes de su aporte a los fondos de pensiones, o de su considerable gasto en educación. La contundencia de esa estadística se suma a que todos somos testigos del masivo esfuerzo de ahorro e inversión de millones de familias que construyen y mejoran sus viviendas y negocios en las ciudades, capitalizándolas con mercadería, máquinas y vehículos de trabajo, proceso que se viene repitiendo en las áreas rurales.
El segundo error fue tratar a la gente como si fueran muebles, sujetos pasivos e inmóviles, sin tener en cuenta que los obligados a cotizar podrían reducir otras formas de ahorro, mientras que los no afiliados podrían aumentar otras formas de ahorro, y eso, precisamente, es lo que ha sucedido. Al final, afiliados y no afiliados ahorran casi el mismo porcentaje de sus ingresos, según el estrato de ingresos en que se ubican. Entre las familias con ingresos entre quinientos y mil soles mensuales por persona en el 2013, los afiliados ahorraron 19% y los no afiliados 17%. Entre los que superaban los mil soles, los no afiliados ahorraron incluso más que los afiliados. Más que aumentar el ahorro, las AFP lo estarían reorientando hacia el sistema financiero, al Estado y a la gran empresa. 
El tercer error fue subestimar el fuerte incentivo a la informalidad creado por el aporte retenido en planilla. Si bien estas sufren varias retenciones con objetivos sociales, la que más incentiva la informalidad es la pensión obligada, por su alto monto, y porque es la que menos valor tiene en la percepción del trabajador. Comparando, las retenciones por gratificación y vacaciones son una modificación en el calendario de la remuneración más que un verdadero sobrecosto. Incluso la CTS, ahora flexibilizada, es percibida casi como remuneración. 
Un cuarto error fue escoger un modelo de seguridad social diseñado para Suiza o Chile, países con alta formalidad, trabajadores mayormente en planilla y un Estado competente. En el Perú, ni el Estado mismo cumple sus deudas a las AFP. 
En vez de incluir, las AFP agravan la división entre lo formal y lo informal. En vez de un sistema inclusivo y de bajo costo, imponemos uno tan costoso que excluye a la mayoría, luego socorremos parcialmente al pobre extremo con una costosa Pensión 65, y al final dejamos a la mitad de la población desprotegida.

viernes, 1 de agosto de 2014

La desnudez del contexto corporeo (femenino) como gesto de protesta no es novedoso. En épocas premodernas en Inglaterra, Lady Godiva se alzó desnuda sobre un caballo blanco para protestar contra los tributos arbitrarios, impuestos por su marido el Conde de Coventry.





Si el cuerpo humano es una máquina (la más perfecta de todas), resulta que también es finita, temporal e histórica. Si es así, entonces también porque no nos deprecian tributariamente como cualquier activo fijo en su renta - producto. Ja. Es una broma marxistoide.