La manipulación de precios de transferencia es uno de los métodos utilizados por las empresas multinacionales para trasladar artificialmente ganancias de una jurisdicción a otra con el objetivo de evadir impuestos. Las administraciones tributarias de los países en desarrollo se ven enfrentadas al desafío de controlar estas transacciones, a pesar de las regulaciones internacionales que le dificultan la tarea. Dadas las limitaciones de las directrices de la OCDE, el método brasileño podría servir como una alternativa viable.
Se denomina precio de transferencia al precio fijado por dos empresas pertenecientes al mismo grupo para una transacción. La manipulación de estos precios permite a las empresas reducir artificialmente las utilidades en países con altas tasas de imposición y aumentarlas en países con tasas más reducidas, incluso en paraísos fiscales. Las empresas pueden también transferir artificialmente utilidades, de empresas en el grupo que tienen utilidades gravables a otras con pérdidas fiscales. El objetivo es reducir o eliminar el pago de impuesto por sus operaciones globales, lo que impacta en forma negativa en la recaudación fiscal de los países, que se ven privados de impuestos a los que tienen derecho.
Con el fin de evitar estas distorsiones, es necesario implementar principios que regulen los precios de transferencia entre empresas pertenecientes a un mismo grupo, a los efectos de determinar la base tributaria apropiada en cada jurisdicción. La OCDE ha desarrollado “Directrices aplicables en materia de precios de transferencia a empresas multinacionales y administraciones tributaria”, en las que detalla el principio conocido internacionalmente como “arm’s length principle”. Esto significa, literalmente, principio del largo de brazo, pero bien puede traducirse como “principio de plena competencia”, es decir, condiciones de libre mercado o las que aplicarían empresas independientes. El principio hace referencia a un precio de mercado con el cual comparar las transacciones que se realizan dentro del mismo grupo.
Varios expertos internacionales en materia tributaria, incluidos funcionarios de administraciones tributarias, han señalado los defectos de este enfoque. Tax Justice Network ha tenido una visión crítica de las reglas internacionales de precios de transferencia, reglas que según el experto tributario Michael Durst están “basadas en un malentendido fundamental de la economía práctica”. Un problema clave es que el sistema de la OCDE depende de la capacidad de encontrar “precios comparables” para establecer el precio correcto para las transacciones. Sin embargo, en muchos casos estos precios son difíciles de encontrar o simplemente no existen, por ejemplo en el caso muy común de empresas que producen un producto único en el mercado global, o en el caso de marcas o de propiedad intelectual.
El modelo brasileño: ¿una alternativa viable al status quo?
Recientemente Tatiana Falcão, investigadora asociada en el International Bureau of Fiscal Documentation de Amsterdam publicó un artículo titulado: “El modelo brasileño de precios de transferencia: ¿una alternativa viable al status quo?” Se trata de un documento que presenta una alternativa viable a la normativa firmemente defendida por la OCDE para regular los precios de transferencia. Como Falcão señala en su artículo, “las reglas brasileñas de precios de transferencia podrían servir como base para que sean adoptadas por otros países como reglas de precios de transferencia”.
Como señala Falcão, “la búsqueda de ‘comparables’ es una de las principales preocupaciones de los países en desarrollo… Brasil ha desarrollado un método objetivo que permite a los contribuyentes determinar matemáticamente y probar su precio de referencia sin tener que buscar ‘comparables’”. El artículo incluye muchos detalles sobre cómo se hace esto exactamente. Además, señala que la normativa brasileña tiene un alcance mayor que las directrices de la OCDE, lo que permite que muchas más empresas de las normalmente permitidas se incorporen a la ecuación. Esto la hace más efectiva para combatir la evasión fiscal y el traslado de ganancias entre empresas.
El sistema brasileño tiene varios objetivos, entre ellos, impedir que las empresas inflen artificialmente los costos que pueden deducir para el pago de impuestos y evitar que sub-declaren los ingresos de las exportaciones. Asimismo, la legislación brasileña busca proporcionar seguridad jurídica para las transacciones en la medida en que la fórmula es responsable de un resultado que determinará el rango exacto en el que el precio de una empresa brasileña puede ser fijado.
La normativa tributaria de los países en desarrollo puede ser muy burocrática, enredada e inconsistente, por lo que un método objetivo para determinar el precio de referencia es potencialmente muy útil para ellos. El artículo termina con una sugerencia: “ahora que los países en desarrollo se han vuelto significativamente más importantes por su capacidad y potencial económico, la OCDE podría considerar modificar sus directrices para precios de transferencia para aceptar el sistema brasileño, como una alternativa para otros países en desarrollo que aún no han sido capaces de implementar sus directrices debido a la falta de recursos, de personal calificado o de ‘comparables’”.
Otra alternativa podría ser “vender” el sistema brasileño “como un paso previo, inicial, más simple y un enfoque más objetivo para que los países en desarrollo se familiaricen con las regulaciones sobre precios de transferencia y construyan capacidades a nivel nacional sobre el tema. Los países en desarrollo podrían decidir entonces, de manera más firme, qué sistema de precios de referencia quieren adoptar”.