Inglaterra 1966, eran tiempos
dorados, gobernaba el laborista Harold Wilson quien creía en la Sociedad del
Bienestar, el rock británico se había convertido en el mayor producto de
exportación no tradicional, The Beatles se había globalizado, estaban en la
cima del éxito y generaba millonarios ingresos, pero también es el año en que
la banda más emblemática empieza a cambiar de lo comercial a lo más
introspectivo.
Wilson estaba muy enfocado en el
sistema educativo y en el progreso científico, del que su país se había quedado
rezagado muchos años, y recurre a los impuestos como fuente primaria de
recursos. Aplica sobremedidas tasas del Impuesto a la Renta (que en extremos
llegaban hasta el 75%), evidentemente los ascendentes The Beatles sienten la
gran pegada fiscal.
Es así, que George Harrison (que
a la postre fuera, paradójicamente, el más espiritual, y menos material de los
4 de Liverpool, recuerden su infatigable lucha como activista contra el hambre
en Bangladesh), perpetra quizá la primera canción netamente política de los
Beatles: TAXMAN (Recaudador de Impuestos) incluida en el álbum Revolver de
1966, y que cuando fue lanzada como single tenía en su reverso nada menos a la
melódica Eleanor Rigby.
En una ácida y frontal crítica
contra los desmedidos impuestos y con un marcado sesgo liberal (menos
impuestos, menos presión del Estado)[1]
Harrison le encara directamente al líder laborista Harold Wilson por la alta
imposición a sus ganancias. Los Beatles como la mayoría de las bandas de rock
emergentes, provenían de la clase media baja, y se sentían traicionados por
gente como Wilson que había alabado su emprendedurismo. Harrison se preguntaba
si algo malo habían hecho para merecerlo; así que sin miramientos les espetó estas
estrofas en la canción:
“Declaren los peniques en sus
ojos/porque soy el recaudador de impuestos”
“Deja que te diga cómo es/ Uno
para ti, diecinueve para mí/ porque soy el recaudador de impuestos”.
A pesar de la repercusión de
“Taxman”, Wilson no cede un ápice[2],
es así que muchas estrellas británicas, muy a pesar de ser llamados
antipatriotas, instalan sus domicilios fiscales en otros países menos gravosos:
Lennon se va a Estados Unidos, Harrison a Suiza, los Rolling Stone a Francia al
igual que David Bowie, emergente figura que en 1972 despegaría con Ziggy
Stardust and Spiders from Mars e inicia también su carrera actoral.
Cosa curiosa, TAXMAN es una
canción compuesta por pocos acordes con gran influencia de la factoría musical
de la Motown, lo que no era consecuente con la impronta melódica de The Beatles
hasta esa fecha. Con TAXMAN empieza la era ácida de la banda que cambió para
siempre los conceptos musicales modernos. Increíble como los impuestos desmedidos
pueden influir hasta en temas tan disímiles como la música.
Este artículo está dedicado a la
memoria de David Bowie. Genio y figura, que hizo de su muerte como de su vida,
una espléndida obra de arte.